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sábado, 5 de diciembre de 2015

Un día a la vez.

Ayer los abandoné. Lo sé y les pido mil disculpas pero es que tuve un día mega agitado. Pasé momentos difíciles y alegres.

Ayer fue un día de esos en que te levantas, sientes una vibra rara y dices:

- "Yo como que me debería quedar durmiendo."

Pero luego recuerdas que tienes 20 mil cosas que hacer, y forzosamente decides seguir con tus planes. Dejarlos para otro día sería oneroso.

Me dediqué a reparar el collar de una amiga (que me lo pidió hace 3 semanas atrás) y justo cuando estoy terminando, me lastimé el dedo gordo de la mano derecha. Algo se enterró en el pulgar. No conseguí sacarlo.

Luego a mi papá se le ocurrió devolver una mercancía defectuosa al supermercado. Esa fue otra batalla que no tuvo razón de ser. Ahí me enojé muchísimo y hasta lloré de la frustración.

Entonces, cuando todo aparentaba mejorar, el carro que se daña. Suerte a Dios que pudimos llegar a nuestros correspondientes destinos, olvidamos los enojos y los superamos juntos.

Cosa #1: Llegamos a tiempo al salón de bellezas, almorzamos y hasta terminé con una galletita gratis porque era el 4 de diciembre. Creo era el día nacional de la galleta. Ni recuerdo. Pero, ¿ven como las cosas van mejorando?

Cosa #2: Llegamos al banco y, claro que sí, encontramos la fila más kilométrica posible. Mi mamá decide hacer una y yo otra para ver cuál avanzaba.

Pues mi hermosa y singular madre entabla una conversación con una dama súmamente elegante, coqueta y distinguida. Ella, una pelirroja atrevida, ocurrente, maravillosa, inteligente, amable, dulce, alegre, luchadora, audaz, llena de energía, pasión y buena vibra. Eran dos seres llenos de luz, dos almas gemelas, que parecían haberse encontrado finalmente luego de una extensa búsqueda.

Mi mamá continuó hablando con la señora bonita hasta que llegó su turno. Luego cambié de fila e hice los trámites correspondientes. La señora bonita continuó platicando con nosotras hasta llegar a las escaleras eléctricas. Llegó un momento en el que fue inevitable continuar hablando a pesar de varios intentos fallidos por continuar nuestras respectivas travesías. Finalmente nos presentamos propiamente.

La señora bonita se llama Lucy. Lucy es todo un personaje. Ella es tan viva, elocuente, emocionante, y sobretodo luchadora. Lucy me dió mucho ánimo para seguir mis sueños. Por ella fue que finalmente decidí hacer tarjetas de presentación.

Les confieso que ya lo había comentado con mi mamá y varias amistades. Honestamente, cada vez que alguien se interesa por mi blog, tengo que escribirle toda la información y detalles en servilletas, manos, brazos, papeles y hoy le tocó el turno a una factura de teléfono. La otra situación es que dicto la información y resulta que mi página no aparece instantáneamente por Facebook. No. Nooooo. No. Para darle "me gusta"...

*Hay que buscarla por Google como: www.facebook.com/thebfashionspot

Ayer fue un día de logros. Asi es que...

-Me dije: "No más. Hay que hacerlas y punto."

Entonces luego de caminar un ratito, llegó el próximo compromiso.

Cosa #3: Hice mis debidas investigaciones en Dior y prometo compartirlas mañana, el domingo o lunes pero tengo que decirles lo que encontré.

Cosa #4: Escoger mis tarjetas de presentación. Primer fui a Office Max que ahora es Office Depot. Aquello estaba vacío. Y cuando fui al área de hacer tarjetas, pretendían darme una cotización ridícula comparada con la que Kmart me ofrecía.

❌Office Max quería cobrarme por 100 tarjetas de presentación $27.00 dólares. (Modificadas costaban más)

✅Kmart ofrece 500 tarjetas por $30.00 dólares.

💡Obviamente saben qué hice.

El lugar se llama MPS y está ubicado en Kmart. Los chicos son excelentes. (Un chico y dos chicas) Me trataron como a una reina. Todos son unos amores y te reciben dispuestos a oir propuestas, sonrientes, te buscan la vuelta y ayudan.

Hoy espero ansiosamente mis tarjetas. Confío en que todo salga bien. Pronto verán el resultado. Por ahora, un día a la vez. Besos y abrazos. B.

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